Hola, soy Beatriz, hice mi cursillo en Febrero de 2023 y pertenezco a la Ultreya de Santa María del Pinar.
Como cada año, en septiembre se celebra la Escuela de Iniciación. En esta ocasión tenía algo nuevo, recibí una carta en la que se me invitaba a vivirla en la casa de espiritualidad de Las Rosas. Nos juntamos 86 personas para encontrarnos de nuevo con el Señor.
Esta invitación me llegó antes de verano, y no sabía cómo tomármelo, pero llegué a mi RG de esa semana y apareció Vero, muy emocionada, contando que también la habían invitado… Fue un guiño del Señor que ella y yo volviéramos a estar juntas en esa casa 2 años y medio después de compartir allí nuestro cursillo. Así que tenía que volver a fiarme y decir Sí a la Escuela.
Llegamos y ya el ambiente no era el del Cursillo. La gente charlaba de manera distendida, sonriente, sin nervios… Estábamos todos tranquilos, con ganas de aprender y disfrutar.
Esa misma tarde de viernes, Jaime, nuestro nuevo consiliario, nos habló de “Volver al amor primero”.
A la mañana siguiente, a través de la Lectura de Emaús y de la mano de Uge, retomamos la “Ilusión”. San Juan Pablo II dijo que la consigna de Cursillos es “Una realidad incandescente”. Nos preguntaba Uge: ¿Qué creíamos que lleva el Señor en su corazón para que siempre esté incandescente? y la respuesta jamás hubiera sido capaz de decirla en voz alta: nosotros somos la Ilusión del Señor. Este concepto me pareció tan bonito que hasta duele. Así nos ayudó a ver como la esperanza en Cristo no desilusiona nunca.
Descubrimos qué es el Carisma de Cursillos, qué es lo esencial y cuál es la mentalidad y la estrategia. Muchos conceptos teóricos que son necesarios para situar el carácter y el camino del MCC.
Esto se remató con el rollo sobre la Historia y memoria del MCC. Conocer los inicios, los protagonistas de estos inicios, siendo muy afortunados de tener a Jordi junto a nosotros en la Escuela, que podía añadir más detalle a las dudas que nos surgían.

Una vez repasada toda la parte más teórica fuimos entrando en los tiempos del método del Cursillo: Precursillo, Cursillo y Poscursillo.
Descubrimos lo importante que es en el Precursillo, la Caridad y la Prudencia a la hora de invitar a alguien al Cursillo. Que no hay que olvidar la oración, el sacrificio, el testimonio de vida y la amistad.
Escuchamos hablar del Cursillo y el Kerigma. Cómo podemos ser testigos de Dios con lo que Él ha hecho en nuestras vidas, no tratando de deslumbrar a los demás sino de alumbrarlos.
En nuestras decurias recordamos nuestro Cursillo y cuándo nos encontramos más cerca de Dios en él. Me hizo volver al Sagrario, a cómo se había abierto mi alma y mi corazón en ese momento y fue una pasada poder compartirlo y recordarlo de nuevo.
Y ya llegaba el Poscursillo, como consecuencia inseparable del Precursillo y del Cursillo. Donde realmente empieza el desarrollo de nuestra vida cristina, de nuestro cuarto día.

El domingo, en la capilla con Roberto, primer diácono permanente del MCC, meditamos sobre el Espíritu de Caridad. Aquí aprendí la entrega que supone una figura como Roberto, para mí hasta ahora desconocida. Cómo nos mostraba lo bonito de Vivir desde el Amor de Cristo. Porque Él cuenta conmigo y yo con su Gracia, pero que me tiene que encontrar “trabajando”. Y esto se hace en comunidad, juntos como Iglesia, como piedras vivas que construimos juntos el templo. En Él somos uno.
Y ya para acabar el fin de semana, nos hablaron de la estructura de servicio: el dirigente, la escuela y el secretariado. Conceptos y palabras que habíamos escuchado a los que llevan años al servicio del Señor a través del MCC pero que no sabíamos situar. Una aclaración que remataba perfectamente un fin de semana de discernimiento sobre el movimiento y nuestra pertenencia a él.
El próximo 16 de octubre es el inicio de la Escuela de este curso que comenzamos y espero encontrarme con muchas de las personas con las que compartí este precioso fin de semana, para seguir dando pasos.
¡DE COLORES!
Beatriz Gómez de la Bárcena Maura