El pasado 3 de abril tuvimos una Escuela muy especial. Nos juntamos los tres itinerarios (Dirigentes, Metodología y Catecumenado) en el templo de Santa María Micaela, para recibir al Excmo. y Rvdmo. Sr. D. José Ignacio Munilla Aguirre, obispo de la Diócesis de Orihuela- Alicante, que con generosidad de verdadero Pastor quiso acompañarnos en la Eucaristía y luego hablarnos sobre Ideologías emergentes, en un rollo que al final abordó, sobre todo, las heridas profundas del ser humano.
En este curso estamos tratando en la Escuela de Dirigentes, sobre todo, el Precursillo, (cómo conocer nuestros ambientes, cómo acompañar a nuestros allegados, cómo ser amigos, para intentar acercar a Cristo a nuestros hermanos, quizá a través de un cursillo).
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Sabemos que no es fácil, que muchas veces tendremos que ir a contracorriente, que Cristo, nos anticipa “el ciento por uno … con persecuciones…” . Y en esta persecución, como dice Monseñor Munilla tantas veces, «como si fuera el último coletazo que el enemigo quiere dar a la humanidad, (que es la gran creación de Dios), están las ideologías, especialmente la Ideología de género».
Ya nos anticipaba José Antonio Méndez hace 2 escuelas, que: “hoy asistimos a una herejía antropológica. Está en cuestión quién es el ser humano. Quienes quieren combatir a Dios destruyen la imagen del ser humano. Vivimos en una cultura en la que todas las religiones son iguales, excepto el catolicismo, «que es peor». Y esto es un ataque del Malo, que lo que quiere es dañar a Dios, y por eso daña a sus hijos «.

Ante las palabras de Cristo, “La Verdad os hará libres”, las nuevas ideologías nos dicen que “La libertad os hará verdaderos”. Nos decía Monseñor Munilla que: «a la hora de ACOMPAÑAR, es importante primero SER ACOMPAÑADOS. La gran herejía de nuestro tiempo es contraponer la Caridad con la Verdad, siendo la antipática la Verdad. Jesucristo es la Verdad y el Amor. Separar en Él ambas virtudes es profanarlo.»
Nos encontramos muchas heridas espirituales y afectivas, pero tres son las mas importantes, todas ellas alimentadas por el Relativismo:
1. La herida del Narcisismo, (actualmente tan alimentado de las nuevas tecnologías, de las que todos somos un poco adictos…) , esa incapacidad de amar a alguien distinto a uno mismo… Jesús es la Escuela divina del amor humano: pero para amar hay que aprender… y es fácil confundir amor con manipulación.
Debemos conjugar mística con ascética: anunciar el amor de Dios, pero pidiendo conversión exigente, con Cruz, en contra de la Nueva Era, que promete «mística sin ascética», «espiritualidad sin compromiso».
2. La herida del Pansexualismo… Hasta el punto que hemos llegado, con la ideología de género, a separar sexualidad de identidad.
3. La herida de la Desconfianza: «no fiarse de nadie» hace que tampoco nos fiemos de Dios.
Las heridas impiden amar, pero solo se pueden sanar amando… Gran paradoja…¿La respuesta?: Todas las heridas se sanan en la herida abierta del Corazón de Jesús, que se ha encarnado para tocar y compartir nuestra propia condición.
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Y es que el corazón no es de quien lo rompe, sino de Quien lo repara.
Es maduro el que sabe dos cosas: que es amado gratuitamente y que su vocación es al amor y al servicio.
Importante para que esto lo podamos llevar a nuestros hijos: que haya fuerte comunión entre familia- parroquia-colegio.
Damos gracias a Dios, Monseñor, por su sacerdocio y le agradecemos el cariño que sabemos que tiene a este movimiento de iglesia Católica y evangelizadora que es Cursillos de Cristiandad. Dios le bendiga.
¡De colores!.
Alicia Lois Díaz